“Erial”, un chamamé litoraleño del compositor y guitarrista Rodrigo Aranjuelo, fue la música elegida para una obra dirigida por Luciana Paris en el Ballet Theatre de Nueva York. Se presentó a través de streaming por la plataforma de Youtube para todo el mundo.

Uniendo el folclore argentino con el ballet, estos dos artistas porteños radicados actualmente en Nueva York, coincidieron en “Nunano”. La pieza fue montada con los bailarines Isadora Loyola y Mickey de la Nuez.

El tema tiene su videoclip en YouTube y forma parte del proyecto Native Futures. Está integrado por cuatro músicos argentinos radicados en Nueva York: Pablo Cafici, Lautaro Burgos, Federico Días y el propio Aranjuelo.

Luciana Paris, que integró el Ballet Argentino de Julio Bocca, ingresó en 2001 al American Ballet Theatre y a partir de entonces se estableció en Nueva York. Y Rodrigo Aranjuelo se instaló en la misma ciudad hace cinco años y que entre las muchas demandas de su profesión encontró el momento de encarar un proyecto muy personal: unir la música con proyecciones en 3D. Su primera producción es un single audiovisual con el título Erial.

Arte en tiempos de pandemia

Al hablar de creaciones de arte en estos tiempos es inevitablemente dejar a un lado la pandemia y el confinamiento. Porque esto fue justamente lo que impulsó en Luciana su primera experiencia como coreógrafa. Antes no se pensaba a sí misma más que como intérprete, pero gracias a la pandemia durante el 2020 tomó un curso de coreografía que ofrecía el ABT (American Ballet Theatre) y fue así que se decidió a hacer por la insistencia de su marido, también bailarín de la compañía.

Fue también gracias a la pandemia que Rodrigo pudo internarse en el proyecto Native Futures, ya que el confinamiento le dio el tiempo para desarrollarlo. “Toda mi vida toqué folclore, y mi primera actuación profesional fue a los 14 años en Cosquín; pero después me dediqué a otros géneros, como el jazz y sobre todo el rock; el folclore quedó para las reuniones familiares y con amigos” comenta Aranjuelo.

Luciana y Rodrigo se conocieron a través de un amigo en común y comenzaron a conectarse más, con sus familias respectivas, cuando empezó la pandemia. Pero Luciana ya estaba embarcada en la idea de su obra y aunque todavía no había empezado a montarla ya se había inclinado por usar música de Los Núñez, el reconocido grupo chamamecero. Sólo sabía que quería música folclórica y que fuera un dúo, aunque no había definido aún si serían dos hombres, dos mujeres, o un hombre y una mujer.

Aires de chamamé

La coreógrafa cuenta su encuentro con este chamamé “Erial” de esta manera: “Un día Rodrigo me mandó la grabación de Erial y al escucharla me provocó todo tipo de emociones: me llegó a lo más profundo, me dio tristeza, me alegró. Sin embargo, la dejé un poco de lado porque faltaban todavía dos meses para empezar el montaje. Pero una noche que no podía dormir la música de Erial me apareció en la cabeza y con ella, ideas para mi obra. Pensé “es esto, ya está; para qué dudar más”.

Por su parte, Rodrigo define esta pieza como “una mezcla concreta de dos tiempos; una música originaria como es el chamamé y el video futurista, que da una sensación fílmica de la música. Viví muchos años en Mendoza y tuve una agencia de publicidad en la que hacía animación 3D. Me gustaba mucho, pero odiaba hacerlo por dinero. Ahora me encanta usar este recurso para un producto que es mío”.

El proyecto Native Futures nació de un divagar entre Aranjuelo y su esposa Paula junto con el guitarrista Federico Díaz a partir de la pregunta: ¿cómo sería un folclore de hoy en una ciudad tan cosmopolita como Nueva York? Seguramente muy distinto, abierto a muchas influencias. El proyecto que surgió de allí implicó una investigación sobre cuál sería la música de hoy, y a la vez original, en un lugar como Nueva York.